martes, 10 de septiembre de 2019

{ hoy }

Hoy, te echo mucho de menos.

Me puse tu suéter, ese que compraste para ti, pensando en mi, y que me quedé para cuando tuviera días así, a ver si me sientía mejor. Pero tengo así como un no sé qué, aquí, justo donde late y no se me quita, y sé que si me quito el suéter, sería peor.
Tengo muchas ganas de volver a casa al salir del trabajo y cenita juntos al llegar. Un baño con velitas y un dime que si, mantita y peli y la poti, todos apretados en el sofá con alguna peli de extraterrestres. Y también tengo muchas ganas de llorar. Y de abrazarte y no soltarte nunca.
No me he vuelto a sentir como tu me hacías sentir y eso es lo que aún me cuesta dejar atrás. Fuiste todo para mi, mi mejor amigo, mi compi de viajes, de piso, mi hogar, mi futuro París, el papi de Emma, de Hannah y de Fran, las vallas y los flamencos, mi pingüino, mi todo. Hubiese hecho cualquier cosa por hacerte feliz, hasta el fin del mundo contigo, y no pude. Te fallé y lo siento tanto.

Lo siento tanto.
Aún te siento tanto.

Y no creas que no lo intento, lo intento, lo intento. Pero siempre comparo, y comparo, y comparo. Y tú me mirabas y sabías, y yo te miraba y también, y eso no funciona igual con cualquiera, y esta mal. Porque quiero volver a sentir. Juro que quiero volver a esconder caramelos en otro abrigo, pero esos abrigos aún no calientan igual. Y no alcanza, aún no.

Y creo que por eso, te echo mucho de menos, hoy.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No tengo idea quien eres, encontré tu blog por accidente y aún lo tengo en mis marcadores, sigo esperando que vuelvas a escribir.

Muchas gracias por lo que escribes.


D