martes, 10 de diciembre de 2013

{ alice }

Y por momentos me olvido de todo. Y quiero salir. Y bailar. Y olvidarme de todo. 
Dejarme llevar suavemente por el ritmo de una música hipnótica, que casi es más murmullo que una melodía clara entre asquerosos cuerpos que parecen desarmarse desinhibidos por sustancias ajenas a este mundo, cual marionetas destartaladas y sudorosas; cuyos excesos, pelos, miradas vuelan y me rozan junto a infinitas manos sin procedencia definida hasta colisionar y dar comienzo a mi particular juego de deseo y riesgo  a la par que alzamos el mentón con tal de no morir asfixiados por este calor infernal. Y allí en medio girar, y girar, y girar, una y otra vez, y otra vez, y otra vez, entrecerrando mis ojos a las luces de colores parpadeantes sobre mi cabeza que invaden el lugar como si de una nave espacial se tratase; sonriendo de forma pícara al exterior anulando cualquier emoción que se acerque en pos de un futuro perfecto y quedándome solo con el desgaste del momento; matando cualquier control sobre mi misma, perdiendo el sentido y dejándome llevar así, como si la medicación no hubiese hecho efecto esta vez, como si nada importase ya. Insensible. Ilógica. Muerta. 

Otra vez.

Fuck it.

All.

Off.

No hay comentarios: