miércoles, 4 de febrero de 2015

{ negro }

A veces también soy negativa y se apaga la luz dentro de mi.
Me canso de poner siempre una sonrisa, de tener siempre una palabra de ánimo, de hacer mimos y pedir besos, de cosquillas que acaban en enfados, de comentarios que minan mi autoestima, de insistir por una foto que no llega, o de buscar esos cinco minutos de complicidad. Y a la vez pienso que al acabar el día, todo lo malo de ese día se debería quedar en él. Morir con él. Y empezar de cero. Pero siento que me he estancado, que estoy perdiendo mi capacidad de rebobinar esa cinta, haciendo que cada escalón sea más difícil y requiera más paciencia, como si las cosas cada vez golpearan más fuerte. Y aunque quiero seguir subiendo, ahora mismo estoy cansada, tengo los ojos aguados y me duele el pecho al respirar. Puedo notar como la música suena más bajita, los ladrillos aparecen, se me enfrían las manos y el impulso se pierde despacio desvaneciéndose en la oscuridad.

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