miércoles, 14 de enero de 2015

{ carta a mi misma }

Tú eres la única dueña de tu destino. La única que luchará por él. Por ello tienes que tener claro que tus sueños son tus sueños, y, si de verdad crees en ellos, no dejarás que nada ni nadie se interponga en tu camino para conseguir cumplirlos. No tienes que convencer a nadie de que puedes lograrlo, solo ser tú la convencida, y repetirte, día tras día, cuál es tu meta, el punto al que quieres llegar y por el que valdrá mil veces la pena todo el esfuerzo que estás haciendo. Te levantarás por la mañana y visualizarás tu objetivo y trabajarás por él como si dicho día fuese la prueba final, porque si es lo que te hace feliz, te dejarás la piel y sólo por eso, ya lo estarás consiguiendo.

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