miércoles, 8 de enero de 2014

{ rouke boada }

Amo,
y no puedo persuadirme de lo contrario,
porque ello siempre está ahí,
latente y palpitando,
internamente en
una lucha feroz,
a campo abierto
contra la razón.
Y yo, justo entre
ellos dos, me hallo
en su fuego cruzado.

Amo,
y cuando lo hago,
me voy desvaneciendo en su intensidad;
me voy difuminando hasta el punto
de ignorar quién soy,
y a dónde voy
por esa fuerza arrasadora:
a veces suave y dócil,
y otras: violenta,
súbita y desgarradora.

¡Amo!
y ello me desnuda,
me descubre y vulnera.
¡Amo!
y ello en su dulzura
me eleva y me suelta;
lame y cura mis heridas,
y luego, me hiere, me flagela.

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