viernes, 15 de septiembre de 2017

{ mi }

Se me quiebra la mirada pensando en que alguien pueda mirarte de la misma forma en la que yo te he contemplado al dormir. Me hierve la sangre de solo imaginar que puedan rozar tu piel, conocer tus lunares, el color de tus ojos al despertar. Eres un ángel. Lo supe desde el momento en el que te vi. Mi mundo chocó contra el tuyo como una ola en esa playa donde nos quitamos la ropa aquel día. Lo supe. Llegaste a mi vida para darme paz y estabilidad y, aunque no siempre la tuve, luchaste por mi. De igual modo lo hicieron mis demonios. Ahora voy perdida sin ti, lloro a cada rato y con cada pequeña tontería que me recuerda lo mucho que he llegado a quererte. He descubierto que el eterno resplandor de una mente sin recuerdos es la mayor mierda del mundo y que el diario de Noa es un castigo a mi intento de sobrevivir a esta soledad. Todo sin ti, sin esa parte de mi contigo, me recuerda que una vez estuviste aquí, y me araña la piel al no sentirte. Me salen cardenales allí donde tus besos abrieron camino y he olvidado cómo dormir sola. Se me desmorona la vida y crecen muros a mi alrededor. La compañía es insulsa y superficial, y aunque hay quienes intentan entrar, duele el alma y me pierdo si les dejo pasar. Cuelgo mis sentimientos en el armario, junto a toda la ropa que compartimos, y se burlan de mi con desprecio. No sé explicarles que no puedo volver aunque una parte de mi se quede para siempre en aquel concierto mientras me abrazabas y yo lloraba de felicidad. He sido inmensamente feliz contigo. He sido todo contigo. Cada segundo. Y este trozo de tierra no es lo suficientemente grande como para sentirte fuera de mi, aún. Porque aún eres para mi único en el mundo, aún te quiero, te siento, te pienso, te imagino, te olvido, te echo de menos, te todo mi. Y me voy sintiendo que te dejo una vez más en aquel aeropuerto donde se me rompió el corazón. Desgarrando mi alma y hundiéndose en mi la pena. Como quien deja atrás sueños e ilusión, como quien abandona la vida en un suspiro sabiendo que nunca más volverá a respirar igual.

"...te llevaré en el alma como una necesidad insaciable, y serás inmortal en mi memoria y en mi piel."

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