Ayer. Estabas tu y lo que quiero que forme parte de mi pasado. Sentí que ya había elegido aún antes de teneros delante como presidiarios esperando ser identificados. Como te dije no tienes por que. Me preocupaba mas el echo de que estuvieras incomodo por su presencia, que su propia presencia.
Entonces lo supe. Después de que todos se fueran y no quedara mas que el molesto sonido envolvente de una guitarra mal tocada nuestra burbuja se hizo mas grande y el espacio entre nosotros comenzó a sobrar. Podría haberme quedado allí a tu lado mirando las estrellas toda la noche aunque los vecinos se quejaran. Podría quedarme allí a tu lado mirando las estrellas todas las noches. Todas. Y por lo visto, tu también.
Tres pequeños grandes gestos lo confirman. Te has convertido en agua.
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