sábado, 23 de abril de 2011
{ sales }
Increíble. Fue un día genial. Primero uno de mis mejores amigos, recordando viejos tiempos donde todo era posible. Y después, fiesta.
Al principio lo normal. La gente llega, no se conoce...situaciones algo incomodas.
Después y a mi pesar, traen el alcohol, la pipa...la gente se anima hay que reconocerlo. Solo queda esperar. La música, gran aliada, crea ambiente y te aleja a un mundo paralelo. Todo se distorsiona y cambia de colores. Donde antes no había nada, horas después, ahora, hay risas y sonrisas. Todos se divierten, dejando a un lado las típicas caras raras. Miras a un lado y a otro y no ves mas que alegría. Tanta que no te hace falta nada para sentirla en tu interior, crece, se alimenta de lo ajeno y sin darte cuenta no puedes dejar de sonreír. Entonces es cuando conoces gente maravillosa, con la que esperas reencontrarte para revivir los momentos inolvidables que pasaste en esa fiesta.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario